MIS PARTOS: «VIAJES DE CONFIANZA, FUERZA Y TRANSFORMACIÓN»

febrero 1, 2025

Cada parto es un portal, una travesía única que nos transforma en lo más profundo. He vivido dos partos naturales, uno en el hospital y otro en casa, y en ambos descubrí que más allá del lugar, lo verdaderamente esencial era el acompañamiento respetuoso, cálido y amoroso, la confianza en mí misma y la capacidad de surfear las olas del parto con todas sus intensidades.

Durante mis partos, hubo momentos en los que sentí que no podía más, en los que el cansancio y la intensidad me hacían dudar. Pero siempre había una voz interna, serena y firme, que me recordaba: puedes continuar. Esa voz era la manifestación de todo un trabajo previo, de la conexión con mi fuerza interna y con la sabiduría que con certeza sé que habita en cada mujer.

El movimiento, la música, la vocalización, afirmaciones y las visualizaciones fueron mis grandes aliadas. Moverme me permitió dialogar con las sensaciones, encontrar espacios de alivio y permitir que mi cuerpo guiara el proceso. La vocalización me ayudó a liberar, a dar sonido a la experiencia en lugar de contenerla. Y las visualizaciones me llevaron a lugares internos donde podía encontrar calma, confianza, entrega y sentir la compañía de todas las mujeres que antes de mí, han parido.

Pero sobre todo, hubo una herramienta que fue clave en este camino: la observación de mis pensamientos. Gracias a la práctica del Kundalini Yoga, había trabajado la capacidad de mirar hacia adentro, de reconocer mis puntos débiles y fuertes sin juicio, y de saber qué hacer con lo que observaba. Durante el parto, esto se convirtió en un ancla poderosa: en lugar de dejarme arrastrar por el miedo o la duda, podía observarlos y dejarlos pasar.

Parir fue entrar en un estado alterado de conciencia. No estaba ni del todo  adentro ni del todo afuera, y al mismo tiempo, estaba en todo incluso en lugares insospechados. Atravesaba las sensaciones y ellas me atravesaban a mí. No había resistencia, solo entrega. Y en esa entrega, encontré una experiencia de parto profunda, transformadora y fantástica.

Hoy, al mirar atrás, sé que no fue solo el entorno lo que hizo de mis partos viajes hermosos, sino el trabajo interno que me permitió vivirlos con confianza y plenitud. Y es esa misma confianza la que quiero transmitir a cada mujer que acompaño: el parto no es solo un evento físico, sino una experiencia de crecimiento y expansión. Una oportunidad de reencontrarnos con nuestra propia fuerza y sabiduría.